Por Sin Reservas
Un atracador tomó por asalto un supermercado, y mientras se encontraba accionando fue sorprendido por un empleado de la Coca Cola.
El sujeto le dio la espalda al empleado, lo que este aprovechó y le hechó manos por el brazo que portaba el arma de fuego, lo que permitió que tanto sus compañeros, como los empleados del supermercado, le entraran «como a la conga» y le dieran «hasta con el cubo del agua».
El sujeto como delincuente al fin se resistió ante cinco hombres, lo que hizo que le dieran con encono hasta causarle varias heridas.
Finalmente el sujeto golpeado y herido se resignó y se sometió.
Dicen que «perro huevero, aunque le quemen el hocico». Veremos si este quedó con gusto de volver a sus andanzas.